Actualmente el enigma del origen del lenguaje humano esta en manos de paleontólogos y arqueólogos, los lingüistas de momento bastante tarea tienen ya con el sincrético invento del indoeuropeo, un mito según quien.
La posición de la laringe en los humanos no nos permite beber y respirar por la nariz a la vez, cosa que pueden hacer el resto de los mamíferos sin ninguna dificultad, lo que es un inconveniente que por otra parte multiplica las posibilidades de nuestro aparato fonador, circunstancia que la pone directamente en el punto de mira de los investigadores, claro que como ni cartílagos ni músculos ni ligamentos fosilizan, estos se ven obligados a apuntar a otra parte de nuestra morfología, concretamente ciertos rasgos de la base del cráneo pueden proporcionarnos información sobre la posición de la laringe. Lamentablemente debido a la escasez de restos fósiles, no es posible afirmar si los Neandertales tenían o no lenguaje, (cosa que de haberse demostrado abriría las puertas a la especulación en torno a que vocablos pudiéramos haber asimilado de ellos) si bien al menos se ha podido comprobar que las capacidades fonéticas de los australopitecos no eran mayores que las de los chimpancés.
Esto no quiere decir que seamos la única especie que tiene la capacidad de comunicarse verbalmente con sus semejantes, dejando a un lado la todavía hipotética lengua de algunos mamíferos acuáticos, los monos tota son capaces de dar la voz de alerta ante la presencia de un depredador usando voces distintas para cada una de las amenazas posibles y se sabe que esto es así por las reacciones que provocan en el grupo, induciéndoles a prestar su atención al suelo si se trata de una serpiente, o hacia arriba en el caso del águila, etc. Mas aún, un bonobo llamado Kanzi entiende alrededor de ciento cincuenta palabras del ingles hablado. Sin embargo ningún primate a excepción nuestra, posee un lenguaje deliberadamente codificado ya que carecen de un aparato fonador adecuado y como dice los autores de “la especie elegida” , no se puede componer música para la que no existen instrumentos, aun así , a pesar de haberse demostrado que chimpancés y gorilas son capaces de aprender el lenguaje de los sordomudos y expresar ideas de esta forma, en su entorno natural nunca han sentido la necesidad de establecer un completo código de gestos , por lo que cabe pensar que se necesiten además determinados procesos neurológicos para poder elaborarlo.
Estamos tan habituados a usar palabras cuando nos expresamos o mientras reflexionamos que no nos damos cuenta de la importancia que tiene el lenguaje, de lo lejos que estamos de la existencia a golpe de sensaciones, de puro impulso vital que llevan los animales y los futboleros. Frente a la cruda selección natural de Darwin, el lenguaje representa el esfuerzo de la especie por cohesionar a los individuos y es también la herramienta que nos permite primero enumerar, clasificar y ordenar, analizar en definitiva que es la base del conocimiento científico y por tanto del progreso humano.
El misterio esta servido, el debate sobre el origen del lenguaje continua, mientras los evolucionistas están convencidos de que se trata sencillamente del resultado del proceso evolutivo y se esmeran en hallar las pruebas, los creacionistas insisten en la intervención sobrenatural, sucintamente documentada a través de distintas culturas y fuentes.
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