Simplificando mucho, se podría decir que el ser humano
participa de dos naturalezas, una intelectual y otra emocional, teóricamente la primera debería servir, entre
otras cosas, para controlar o administrar a la segunda, pero en la práctica sucede
justo lo contrario, los sentimientos, las pasiones, en lugar de la reflexión
parecen conducir nuestras vidas, y por eso twitter es el paraíso político de
los trolls.
La escena política, ha sido siempre una buena expresión para designar el juego democrático, Sin embargo las campañas electorales se parecen más a un certamen deportivo que a una representación, aunque todos hemos visto que algún jugador que otro se tira al suelo, de vez en cuando, manifestando ciertas dotes dramáticas, pero básicamente hay un objetivo, por el que luchan unos contra otros, frente a las cámaras de televisión: es el divino “centro”, el santo grial, ese milagroso discurso capaz de contentar a todos, todo el tiempo, una mera ficción que en definitiva, resalta el aspecto teatral del deporte de competición.
Las cosas han cambiado mucho desde que los términos izquierda y derecha fueron forjados a mediados de XVIII, esa antigua derecha tradicionalmente patriótica, ha dejado atrás las taras religiosas y nacionales y se halla inmersa en la vorágine del sistema financiero internacional y sus paraísos fiscales, proyectándose sin ambages hacia la economía global del auto establecido orden mundial neoliberal. En Estados Unidos ha surgido incluso, una corriente ultraderechista que gusta en denominarse “Libertaria” y que aboga abiertamente por la desaparición del Estado y la entrega del poder a la tiranía de las corporaciones. Desde la esfera económica se percibe el poder político como una rémora, un lastre para el vertiginoso ritmo de ese advenedizo monstruo virtual, la gigantesca entidad que llamamos mercado, actualmente el dios verdadero, la única patria y el poderoso amo de la derecha.
“Una particularidad del neoliberalismo, es que no es nuevo ni es liberal” dice Chomsky en el video. La realidad es que el submundo de las finanzas, está preparado para suplantar la voluntad popular, y ha articulado mecanismos para regularizar una situación, en la que cosas como la soberanía nacional no tienen ningún significado, cuando el balance financiero es negativo, así las personas sin la debida cobertura constitucional, no somos más que objetos, maquinas que pueden ser útiles, pero que por piezas valen más que en conjunto. Quizás por esto el subconsciente colectivo parece saber de antiguo, que las cosas cuestan un riñón o un ojo de la cara y no menciona a las personas. Bobadas aparte, la izquierda, literalmente ausente durante décadas, en realidad lo tiene muy fácil, “la derecha se ha ido tan a la derecha que se ha salido del espectro” dice Chomsky una vez más en el video, así que lo único que se ha de hacer, es apelar al sentido común y a la dignidad de las personas, cosas elementales que no solo la izquierda propugnaba hasta no hace tanto. En Europa ha surgido el movimiento DIEM25, que aboga por establecer una constitución europea, un parlamento, en fin todas las instituciones propias de un estado de derecho, algo que se tenía que haber hecho en primer lugar, antes que dejar que el instinto depredador de los conglomerados financieros tomara las riendas de nuestras vidas.
Una Europa federal, verdaderamente democrática, podría marcar la diferencia en el mundo.
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