domingo, septiembre 28, 2014

Global war(n/m)ing



Solo en el último millón de años, se han sucedido al menos nueve glaciaciones, esto es, una cada 100.000 años aproximadamente. El periodo cálido actual, el Holoceno, aún no ha terminado paradójicamente gracias al denostado calentamiento global, aunque está destinado a acabar inevitablemente antes o después. A manera de premonición dicen acertadamente en la serie Juego de Tronos: “El invierno se acerca”.

Durante la mayor parte de la vida del planeta, la Tierra ha carecido de casquetes de hielo polares, hasta hace aproximadamente entre 80 y 40 millones de años cuando la Antartida, separándose de Australia, derivó hasta su posición actual y empezó a acumular hielo. El anterior periodo interglaciar de hace 127.000 años, se sabe que fue más cálido que el actual. La última glaciación empezó hace aproximadamente 100.000 años, aunque los problemas para la especie humana se precipitaron hace unos 70.000, cuando la monstruosa erupción del volcán de la isla de Toba agravó las condiciones climáticas hasta llevarnos casi al extremo de la extinción, con una tasa de supervivencia de tan solo unas dos mil personas en todo el mundo, “cuello de botella evolutivo” es como llaman los expertos a cagarla pero bien en términos biologicos. Resulta difícil imaginar cómo tuvo que ser aquello, seguramente el invierno volcánico que duró unos siete años impidió la fotosíntesis, afectando drásticamente a la cadena trófica. Luego de repente, hace unos 12.000 años la temperatura del globo subió por muchas razones (solares, cósmicas, geofisicas) y ninguna.



Los periodos interglaciares duran lo que un suspiro en tiempo geológico, entre ocho y doce mil años. Este proceso viene sucediendo con regularidad desde hace unos 2,4 millones de años, fecha que coincide con la aparición del género Homo, concretamente con el Homo habilis, lo bastante diferente del primate Australopitecus, según los especialistas. El baile de cifras para el origen del Sapiens Sapiens es descorazonador: ateniéndose al ADN mitocondrial se establecen unos 200.000 años, según otros estudios genéticos  140.000, pero algunos molares hallados en Israel, elevarían la cifra a 400.000 años. En cualquier caso, el frio extremo extingue, paraliza o ralentiza las reacciones químicas y asimismo los ciclos vitales, sin embargo el ser humano es quizás más que ninguna, la especie del hielo, aunque en la actualidad a la inmensa mayoría nos cueste creerlo. Tal vez por eso amamos el fuego, por eso el afán de la humanidad por liberarse de la esclavitud y la inclemencia del medio natural, el gusto por el artificio, las herramientas, las ropas, el calzado y cosa bastante ignorada, desde época tempranísima, la navegación.

Ahora todo el mundo se halla muy sensibilizado frente al incremento global de la temperatura y yo no voy a ser quien desmienta las investigaciones al respecto, pero me parece que no nos hacemos una idea de las traumáticas repercusiones para la vida que conlleva una glaciación, un fenómeno a menudo  relacionado con extinciones masivas, un hito de la máxima trascendencia desde el punto de vista de la selección natural. Por lo visto hay que tener cuidado con lo que se pretende: una reducción del nivel de dióxido de carbono actual a la mitad, bastaría para desencadenar una nueva glaciación.
Quizás no deberíamos preocuparnos, el supuesto ser más inteligente del planeta, debería ser capaz de sobrevivir, pero es triste que el único plan, por llamarlo de alguna manera, bastante inconsciente, para resistir un descenso de temperaturas de digamos 15º C en las regiones cálidas, se basa en el número actual de habitantes y en la deprimente perspectiva de que unos pocos puedan conseguirlo, un plan seguramente no muy diferente del de los mandriles. Ronald Reagan dijo alguna vez que una amenaza alienígena sería un buen pegamento para unir a los seres humanos contra un enemigo común, desde su óptica militarista y su experiencia en el show business quizás no podía imaginar que el ser humano ya tiene suficientes razones para dejar a un lado dogmas como el nacionalismo y concretamente una cita ineludible con una circunstancia que probablemente segará miles de millones de vidas, no van a ser necesarios conflictos estelares al estilo Starship Troopers.


Las edades de hielo son una realidad bien documentada y da la impresión de que no se está teniendo en cuenta. Por eso yo no veo tan mal una relativamente pequeña subida de la temperatura global, aunque lo ideal sería, claro está, que este incremento respondiese a un sistema controlado, que conociésemos un mecanismo regulador eficaz que mantuviera el equilibrio térmico, esa es una de las tareas que la humanidad en su conjunto deberá afrontar, no es trabajo para un solo país o incluso una corporación multinacional, no se puede dejar el funcionamiento del clima en manos de intereses particulares. la Tierra es todavía nuestra única casa.


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