Errar, despistarse o distraerse son evidentemente factores
humanos, pero no implican necesariamente una responsabilidad, en ese sentido
podría decirse que yo mismo soy un irresponsable, puesto que me equivoco y me
distraigo con facilidad. Implican responsabilidad esos hechos premeditados o
realizados en uso de plenas facultades, a conciencia, deliberadamente. Debería estar claro que un error no debe ser
sancionado como una maldad deliberada, que si debe constituir un delito.
Para subsanar los errores y demás deslices involuntarios característicos
de las personas, se confía cada vez más en el auxilio de las maquinas, cosa que
según algunos no deja de ser un acto de fe, puesto que las maquinas son susceptibles de
sufrir desperfectos, si bien un correcto mantenimiento suele reducir al mínimo
el número de accidentes. Softwares cada vez más potentes, sensores, giroscopios
y demás accesorios tecnológicos contribuyen a aumentar en gran medida la
seguridad de muchos medios de transporte. Es posible, si no existe ya, una
tecnología que libere a las personas de la responsabilidad de conducir un vehículo,
una responsabilidad que obviamente aumenta en función del número de pasajeros
que comparten la cabina de cualquier medio de transporte. En ese sentido
nuestra avanzadísima tecnología, esos
pedazos de autos con sus potentísimos motores actualmente no son más
inteligentes que un caballo, capaz de llevarte ileso desde el bar a tu casa, aunque hayas cogido la
borrachera del siglo.
Un empleado de una compañía ferroviaria, que recibe un
sueldo por asumir la enorme responsabilidad de conducir debidamente un tren,
está obligado por su contrato laboral a poner toda su atención en todas las
maniobras necesarias para llevar a cabo su labor. Este argumento no exento de
verdad jurídica, es a mi manera de ver como las almejas de Posidonio. Si ya sé, tendré que explicar esto.
Estrabon afirma en el libro III de su Geografía , influenciado por Posidonio según el
comentarista de las notas a pie de página, que:
“ las almejas destacan en general por su cantidad y tamaño
en todo el Mar Exterior (el Atlantico), pero mas que nada allí debido a que en
esta zona las pleamares y bajamares son mayores (que en el Mediterraneo) las
cuales son verosímilmente, las causantes de su numero y su tamaño gracias al
ejercicio a que las someten.”
He aquí un argumento que el propio Estrabon califica como
verosímil, que incluso apela a Darwin siglos antes de que este último
estableciera las leyes de la selección natural, la lucha por la supervivencia
y tal. Fácilmente creíble pero falso, al
menos muy inexacto, como la supuesta responsabilidad en exclusiva del
maquinista del tren implicado en el reciente accidente ferroviario de Santiago
de Compostela . Las almejas del Atlántico proliferan y son en
general más grandes que las del mediterráneo principalmente porque la materia
orgánica en el océano es mucho más abundante
que en este .
Al parecer el tren de alta velocidad posee una fantástica
tecnoligia que permite la conducción totalmente automatizada, capaz de detenerse
por si mismo cuando encuentra algún problema en la via, sin embargo no se
detuvo al entrar en la fatídica curva donde decenas de personas se han dejado
la vida.
No se detuvo porque el
fabuloso sistema automatizado tiene un interruptor que lo deja fuera de
servicio en los tramos de vía que no
cumplen con las especificaciones.
Alguien se ha gastado un montón de dinero público en un sistema
automatizado cojonudo, que no puede realizar su función porque alguien no ha
planificado adecuadamente el trazado de la via.
Ambos “alguienes” han cobrado o cobran seguramente mucho mas que el
maquinista del tren. Quienes sean los autores del trazado de la via, quienes lo
hayan autorizado, en definitiva los que
han encubierto estas deficiencias técnicas, son los primeros responsables
del desastre, sin embargo y a pesar de
que esta información ha salido en todos los medios de comunicación, nadie va
arreglar esa curva, por lo que el próximo maquinista al que asignen ese
recorrido, deberá tener especial cuidado
de no desmayarse, sufrir un colico,
estornudar, debe evitar los calambres y
aprender Aikido porque cualquier terrorista con esta información podría
secuestrarle o solo detenerle cuando tenga que desconectar el sistema de
conducción automatizado. Demasiado por una mierda de sueldo.
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