El Papa en su Papamovil parece una vetusta reliquia dentro de una vitrina, cuidadosamente acondicionada para que los niveles de humedad y temperatura no la estropeen.
El despliegue de los
10.000 “efectivos” (nótese que en jerga periodística, no parece que se hable de
personas, de seres humanos, sino de “unidades” de un sistema de medida, como si
pudieran ser comprar al peso o algo así), me parece lógico, teniendo en cuenta
la inestabilidad de la situación actual; es solo un reflejo del profundo miedo
que sienten las “autoridades” a que el chollo se les vaya de las manos, de
manera que se han manifestado mayoritariamente a favor de la visita de
Benedicto Ratzinger, unos para no perder votos y otros para ser reconocidos
como fieles hijos de la madre Iglesia y su mas que cuestionable obra. La nota de color la han puesto los militares,
como siempre, haciendo desfilar a la
Legión y realizando exhibiciones aéreas, la típica
parafernalia épica propia del particular misticismo que caracteriza a la Iglesia de Roma desde las cruzadas,
el espectáculo está servido, por si no tuviéramos bastante con el futbol.
¿A nadie le sorprende el siniestro maridaje entre la Iglesia y las fuerzas
armadas?, porque a mi me parece
aberrante, que quieren que les diga, todo este montaje se me antoja mas un
“cerrar filas” de todos los poderes de Occidente, una vuelta a los orígenes de
la “civilización” frente al sentir de miles de millones de personas por todo el
mundo que cada vez son mas conscientes de que están siendo estafadas y ya no confían
en sus “lideres”.
Hay a quien le parece irrelevante que el Papa haya
recuperado la tradición de usar calzado de color rojo, interrumpida por su
predecesor con el único propósito de alejarse precisamente de un simbolismo que
identificaba al máximo representante de la Iglesia con el boato de los emperadores y reyes
de la antigüedad; pero es cosa sabida la expresa voluntad de Ratzinger de
retomar decrépitos conceptos y dogmas, no debemos olvidar esto.
Pues bien ha venido y se ha puesto a hablar de economía en tono
critico frente a las cámaras, y entonces digo yo ¿Qué es esto?, ¿Acaso el
Vaticano, “el Instituto de la
Lastima” teme que alguien le robe el liderazgo de los
oprimidos?, no me extraña que se indignen los “Indignados” puesto que les ha birlado
el mensaje y lo que es mas grave, separado a los jóvenes “creyentes” del resto
de los demás. Lo que ignora esta
pléyade de “voluntarios” que se han
ofrecido a colaborar en la puesta en escena, es cuanto se van a engordar las
cifras de gastos, para que los organizadores del evento puedan desgravar del
Impuesto sobre la Renta
una cifra sustanciosa. Los jóvenes “creyentes” a diferencia de los
“Indignados”, lamentablemente, están muy mal informados, ellos solo “creen”, “confían”…. se les educó así, no tienen la culpa de que
sus mentes hayan sido programadas y claro está, no se dan cuenta de que la Iglesia en realidad tiene
poco o nada que ver con el “Cristianismo”, ingenuamente yo les recomendaría,
que leyeran mas en general y al menos la “Biblia”, digo “ingenuamente” porque
dudo que eso vaya a pasar. Es uno de los grandes defectos del Catolicismo, la
poca relevancia que tiene entre los que se denominan “católicos” el
conocimiento directo de su libro sagrado, aun siglos después de que se acabase
el prohibicionismo al respecto, pero también
es un hecho que ni los Luteranos, ni los
judíos ni los musulmanes han construido
sociedades mas justas, a pesar de cuantos
de ellos han llegado a aprenderse sus respectivos textos de memoria.
Resulta grotesco como
el Poder se esfuerza en incorporar aquello
que representa un peligro para el status quo, desde el punk mas radical hasta
Gandhi, quiero decir, hoy te puedes comprar una camiseta del Ché Guevara “made
in USA” (claro está, después de que fuera ejecutado por el propio ejercito
americano) o de Stalin, así la libertad de expresión resulta además bastante rentable; de
manera que todo, cualquier cosa, por revolucionaria que sea, acaba siendo un
producto etiquetado, catalogado y dispuesto para el consumo. Tienen esta
herramienta especial capaz de canalizar en su propio provecho prácticamente
cualquier movimiento social, un instrumento virtual que funciona como una
varita mágica y que llamamos dinero, aunque desgraciadamente parece tener el
poder de corromper cuanto toca, sin embargo cuando eventualmente a lo largo de
la historia, la magia desaparece de los bolsillos de la mayoría, entonces de
una forma u otra surge la guerra, el negocio mas rentable de todos los tiempos,
en ocasiones con la connivencia de cualquiera de las confesiones antes
mencionadas.
El Cristianismo pasó a formar parte del sistema en tiempos
de Constantino, y curiosamente en menos de un año (313-314 d.C.) los seguidores
de Cristo se transformaron de perseguidos en perseguidores, de marginados en
marginadores, de mártires en sofisticados torturadores y asesinos.
Mas de mil quinientos años después, tras siglos de guerras
religiosas, terrorismo Inquisitorial y confiscación psicológica, la revolución
francesa dio a la burguesía la capacidad de liberarse de los privilegios de la Iglesia y en eso estaba,
entre otras cosas, hasta que en 1929 fue puesto coto a la desamortización cuando Benito Mussolini creó el Estado Vaticano. Quien quiera entender que entienda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario