lunes, julio 01, 2013

Sun Tzu. (II)




Decir el libro de Sun Tzu es decir mucho,  en realidad son un puñado de sentencias, tanto como llamarlo el Arte de la Guerra ya que a mi modo de ver la guerra tiene poco o nada de arte,  en cualquier caso da la impresión de ser más bien un esbozo de las cuestiones básicas que hay que tener en cuenta para saquear adecuadamente, sembrar cizaña y dirigir a los guerreros a la muerte sin pestañear:
“ El comandante ha de ser capaz de mantener a sus subordinados en completa ignorancia de sus planes, de cambiar sus métodos y alterar sus planes para que no se sepa que pretende. Corresponde al  general apartar con el pie la escalera una vez que los soldados hayan ascendido por ella hasta las alturas.”
Realmente el  texto no resulta, a pesar de su brevedad, nada conciso y podría decirse incluso que es algo incoherente pues se alternan puntos de absoluta crueldad y sangre fría con otros donde, en mi opinión, tal vez  hay que sobreentender la prudencia,  que rayan en la tontería y no lo digo yo, lo afirma el propio comentarista, el general  Tao Hanzhang:
“No impida que el enemigo  regrese a su hogar. Déjele  escapar y no le presione demasiado, si está desesperado.”
Perdonarle la vida al enemigo está actualmente mal visto, a la guerra se va a lo que se va y no hay lugar para mariconadas.
Se han incluido relatos de situaciones bélicas del pasado para ilustrar algunos de los conceptos,  sin embargo destaca el culto al líder Mao Zedong en casi todas las referencias, tanto que hace sospechar de la veracidad de los acontecimientos.  El señor Tao demuestra su gran devoción por Mao, quien para el no solo era  todo un estratega militar sino que al parecer también estaba dotado de una sensibilidad especial  que le permitía escribir poemas, de los que menciona una estrofa:
“Con poder y tranquilidad tenemos que perseguir al enemigo
No imitar a Xiang Yu “el conquistador” buscando la fama frívola”
De repente me viene a la cabeza la imagen de Peter Ustinov en  la peli “Quo Vadis?” , recitando a pesar de las ironías de Petronio…
Es especialmente llamativo el capítulo titulado “El uso de espías” donde se aclara que hay cinco tipos de espías: los nativos, los espías internos, los espías dobles, los liquidables y los que sobreviven.  Para Sun Tzu, los más importantes son los espías dobles, son los mejor pagados y los más consentidos pero desde el punto de vista de los propios espías los mejores son los que sobreviven, creo yo.
Es curiosa la aversion de Sun Tzu por el agua:
“Después de cruzar un rio asegúrese de distanciarse de él. Cuando un enemigo cruza el rio no se enfrente a él en medio del mismo. Es más seguro dejar que lo acabe de cruzar y después atacarle. No se enfrente a su enemigo cerca del agua….Cruce los pantanos rápidamente, no permanezca en ellos.”  Y no había visto la peli “Tiburon” del Spielberg ni nada.
Hay frases que denotan el  clasismo y el desprecio para  quienes no ostentan un cargo, en el pensamiento de Sun Tzu, actitud muy de actualidad todavía hoy en dia:
“Si los oficiales están irritados es que están cansados.”

 Vaya por dios, pobrecitos, ¿Quiere decir esto  que quienes no mandan no tienen derecho a cabrearse?.

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