Malditos politicos, primero andan mendigando nuestros votos, babeándonos las orejas con toda suerte de promesas y luego antes de que nos demos cuenta se nos suben a la chepa para jalearnos con la fusta de la crisis. Supuestamente al servicio del pueblo, no tienen paradójicamente ninguna obligación de cumplir sus contratos, al contrario que el resto del mundo. Especialistas en diatribas semánticas, traicionan constantemente a sus electores con total impunidad. Luego, los antiguos empresarios ahora bien llamados “emprendedores” siempre tienen un hueco en sus organizaciones con ánimo de lucro para que puedan jubilarse cuando les duela ya la boca de tanto mentir. Da igual de que signo sean, son los ejecutivos, funcionarios blindados de una corporación llamada “Gobierno” ya que las corporaciones sirven realmente a sus accionistas, no a la sociedad, y los accionistas del gobierno no son el pueblo sino las empresas y la banca, el capital en definitiva. Son la clase social triunfante del siglo XXI, al igual que en otras epocas lo fueron los militares, los curas o la nobleza. Inmunes al cólico financiero que sufre la sociedad occidental, están consiguiendo sacar adelante los imperativos del capitalismo con chulería y mucha caradura, pero no pueden curar al sistema de su enfermedad.
El capitalismo necesitaría un ejercito de Keynes, y apenas queda ninguno, para poder enfrentar esa puta locura que es en lo que se ha convertido el mercado de valores, las maniobras financieras de nueva generación amenazan al propio sistema.
El trabajo ya no es una virtud, devaluado por consecutivas reformas laborales, el esfuerzo personal es recompensado cuando tiene un beneficio económico como el conocimiento científico es útil cuando tiene aplicación militar. La verdadera forma de hacer dinero hoy , no pasa hoy por crear puestos de trabajo, basta con invertir con tino para conseguir suculentos beneficios, sin embargo así el dinero nunca sale del circulo de los que lo tienen mientras que las arcas del sector publico acumulan deuda a un ritmo alarmante. En el fondo este sistema en realidad no es nada fiable, puesto que esta dominado por construcciones mentales, humanos anhelos, trampantojos y aspiraciones completamente ajenas a las necesidades reales de la sociedad.
Warren Buffet es una figura de gran relevancia dentro del mundo de la bolsa, un eminente sacerdote de la religión oficial, la prueba es que posee una de las fortunas personales más grandes del globo. Parece un tipo inteligente, sencillo dentro de la desmesura y aparentemente no demasiado mala persona a pesar de todo. No se mucho mas sobre el, aparte de las menciones siempre laudatorias que se hacen sobre el, en la prensa.
Recientemente descubrí un catalogo de Buffet sobre los veinte principios básicos a tener en cuenta a la hora de invertir y que no son las incomprensibles elucubraciones de un genio de las finanzas sino la expresión sencilla de una mente sensata, aunque destilen la consustancial “empatia cero” propia de la filosofía capitalista, esas reglas del juego que parece no haber puesto nadie pero que Buffet domina a la perfección, según creo. No soy un economista y tampoco tengo dinero, así que no soy el mas indicado para conducir este post de la manera mas elocuente, sin embargo voy a atreverme a reflejar aquí mis impresiones, quizás un ejercicio que todos deberíamos hacer desde la óptica diversa de cada cual y que sería muy interesante comparar en ultimo termino. Empecemos:
1.- Nunca invierta en un negocio que no pueda entender, como tecnologías complicadas.
Este argumento es crucial para entender porque nos estamos envenenando con la industria de los combustibles fósiles, mientras la patente del coche de agua y la energía de fusión, han dormido durante décadas en la caja fuerte de alguna multinacional y en los archivos de los laboratorios de algunas universidades. Esta aparente estrechez de miras ha servido de debate por motivos obvios entre Buffet y Bill Gates, quienes en la actualidad son buenos amigos.
2.- Si no puede ver caer un 50% de su inversión sin pánico, no invierta en el mercado de valores.
Hay que ser paciente, vamos, sin embargo en el imaginario popular se encuentra plasmada la instantánea del ejecutivo defenestrado, cayendo victima de la desesperación, edificio de oficinas abajo.
3.- No intente predecir la dirección del mercado de valores, la economía, los tipos de interés o las elecciones.
Esto es, NO ESPECULES; que casualidad, precisamente lo contrario de lo que sucede demasiado a menudo, puesto que las operaciones fundadas en previsiones sobre la evolución de los mercados, stockoptions y demás son de uso corriente, no la excepción.
4.- Compre compañías con buen historial de beneficios y posición dominante de mercado.
El refranero popular nos ilustra: “quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”, sin embargo aunque ponerse del lado del mas fuerte es sin duda inteligente, casi nunca es lo mas justo y es mas, no siempre es conveniente.
5.- Sea temeroso cuando otros son codiciosos y viceversa.
Hay que ir contracorriente, esto es interesante porque es la evidencia práctica del doble discurso político del capitalismo y la agresividad inherente del mismo. Véase que no se cuestiona la codicia, en una pelea a navajazos seria el equivalente del “espera que pase el golpe y luego apuñala”.
6.- El optimismo es el enemigo del comprador racional.
Recientemente se ha demostrado por una serie de test en una afamada universidad norteamericana, que el “comprador racional” no existe. En estas pruebas los alumnos, futuros economistas, terminaban pagando veitiocho dolares por un billete de veinte.
7.- La capacidad de decir “no” es una enorme ventaja para un inversor.
Vaya novedad…
8.- Gran parte de éxito puede atribuirse a la inactividad. La mayoría de los inversores no resiste la tentación de comprar y vender constantemente, pero la piedra angular debe ser el letargo, bordeando la pereza.
Excelente argumento, que delata cuan alejado del trabajo útil está el mundo de la inversión y como subyace el precepto especulativo en esta actividad.
9.- Las oscilaciones salvajes de precios están más relacionadas al comportamiento de los inversores que a los resultados empresariales.
Las burbujas económicas son una consecuencia inevitable derivada del hecho de que los operadores bursátiles son seres humanos, personas con la capacidad de promover estúpidamente el caos y un simple rumor puede desembocar en una tempestad
10.- Un inversor necesita hacer muy pocas cosas bien si evita grandes errores. No es necesario hacer algo extraordinario para conseguir resultados excelentes.
Un inversor necesita hacer muy pocas cosas y punto, es una de las cosas que hace tan atractiva esta actividad..
11.- No tome seriamente los resultados anuales, sino los promedios de cuatro o cinco años.
Sin duda parece inteligente, si no tenemos en cuenta que trabajar con promedios estadísticos, no es exactamente lo mismo que usar datos reales que deben, para ser exactos, incorporar el impacto social. Los trabajadores estamos inmersos en estas ecuaciones, prisioneros entre la Integral del nivel de tendencia y la derivada de los beneficios a corto plazo y no se nos ve, la marca lo tapa todo y el presidente de la empresa es como la fachada de un edificio. Buffet sin embargo en una entrevista ha reconocido que las fachadas son siempre engañosas y afirma que prefiere sondear personalmente el clima laboral antes de efectuar una operación. Lo que quizás debería ser el punto veintiuno de este catalogo, tener mínimamente contacto con la verdadera actividad de la empresa y las condiciones en las que se efectúa la función. Pero el Dios del mercado y su profeta Adam Smith cuyo nombre más parece un seudónimo, propio de quien ha perpetrado crímenes y prefiere mantener en secreto su verdadera identidad, no permiten el más mínimo atisbo de ética que no comporte un beneficio.
12.- Céntrese en el retorno de la inversión (no en las ganancias por acción), el nivel de endeudamiento y los márgenes de beneficio.
Despida gente, reduzca la actividad y podrá permitirse esos carísimos ejecutivos que lucen tan bien en la prensa.
13.- Invierta siempre a largo plazo.
Este punto es una redundancia del punto numero 8.
14.- Es absurdo el consejo de que “nunca se quiebra tomando un beneficio”.
¿Es quizas esto un conato de filantropismo?, en cualquier caso es oscuro…
15.- Recuerde siempre que el mercado de valores es maníaco-depresivo.
Quien tiene, teme perderlo, en general el dinero es muy asustadizo y se deja arrastrar con facilidad por el pánico….
16.- Compre un negocio, no alquile las acciones.
Alquilar las acciones es un trampantojo de lo peor.
17.- Busque empresas con mercados amplios, fuerte imagen de marca y consumidores fieles, como Gillette o Coca Cola.
Dios salve a Nike! Que mas da que subcontrate a empresas esclavistas con mano de obra infantil en Asia…..
18.- También son interesantes algunas compañías con marcas consolidadas pero que están infravaloradas por dificultades transitorias. Para buscar estas oportunidades, deben aprovecharse los mercados bajistas.
…compra bueno y barato…..
19.- Busque compañías con gran capacidad de generación de efectivo y que, una vez en marcha, no necesiten grandes reinversiones.
Invierta en compañías con grandes beneficios y pocos gastos…. acabáramos….
20.- Mientras más absurdo sea el comportamiento del mercado, mejor será la oportunidad para el inversor metódico.
A río revuelto, ganancia de pescadores dice el refrán….
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