viernes, noviembre 10, 2006

Aqui estoy de nuevo, despues de dos años de ausencia blogera. Tenia que romper con la dinamica de combate que habia estado imprimiendo insconcientemente de la mano del instinto a este sitio, que si bien empezó siendo un lugar para desahogarme acabo exacerbando mis impulsos mas allá de lo deseable para mi propia salud. ¿Una nueva etapa?, tal vez . He leido mucho en estos dos años, me dediqué a eso, a leer, tocar la guitarra, a relajarme despues de un periodo de tensiones laborales y existenciales que me estaban abocando al desastre, sin embargo
he perdido algo de autoestima, ¡ que dificil es conseguir que la verdad no duela ! , Ni siquiera puedo leer la revista informativa de AI que voy archivando mensualmente en un cajon y de la que solo me permito un vistazo rapido antes de quitarla de enmedio.
Ahora estoy leyendo a George Borrow, un ingles nacido en 18o3 y que con treinta y tantos tuvo la oportunidad de aventurarse por Andalucia de mano de la Sociedad Biblica Britanica, con la excusa de repartir biblias, ya que por entonces hacia poco tiempo que en este pais se habia levantado la prohibicion de publicar estos textos en otro idioma que no fuera el latin. Sin duda este hecho explica porque en un pais tan religioso como este se desconoce practicamente, aun en la actualidad, el contenido de dichos textos. Empecé a leer a este señor de la mano de un paisano suyo, Richard Ford otro que se paseó por estas latitudes tambien por esas fechas en las que aqui se decidia si quedaba madera para hacer astillas de este arbol caido que era el fatidico imperio español. Siendo muy distintos, sin embargo compartieron una relacion con este pais de amor y odio que los convirtió a ambos en excentricos a ojos de sus compatriotas, personalmente comparto la pesima opinion de Ford en lo que se refiere a los gobernantes de aquí, ademas del aprecio por las cosas antiguas que aun entonces abarrotaban esta tierra.