sábado, febrero 15, 2014

Protoeufratico vs Protosemitico


          Eannatum de Lagash 2450 BC

Desde el punto de vista lingüístico, a partir del  5500/5200 convivían al menos tres tipos de lenguas en el área mesopotámica: el  proto-semitico al Norte, el  proto-eufratico  que era presumiblemente la lengua de las gentes de El Obeid llegadas al Sur desde el Este, e igualmente en el Sur a muchos nos gusta pensar que también el sumerio, ateniéndonos principalmente  a las creencias de los propios sumerios, quienes remontan su llegada a la zona miles de años antes del descubrimiento y desarrollo de la escritura.  Quizás no deberíamos hacer tanto caso de las especulaciones de los lingüistas en esta materia, sin embargo también los arqueólogos e historiadores modernos a pesar de lo contradictorio de los hallazgos, quieren limitar la llegada de los sumerios a poco más o menos la época de los primeros escritos cuneiformes.

Nadie se ha atrevido todavía a certificar con rotundidad que  tipo de lengua se hablaba en Eridú entonces, restando de esta forma toda la importancia a las crónicas mitológicas sumerias y para afirmarse en esta postura, dado que se cuestiona el origen de la lengua, se cuestionan también los orígenes de la ciudad y su templo,  lo que pone en tela de juicio absolutamente todo lo que hasta ahora creíamos saber a través de las tablillas de barro, con el trabajo que costó descifrarlas.  A decir verdad, el  idioma sumerio se encuentra desde época  temprana  muy diluido, hasta el punto que desde el  2600 hay que saber acadio para leer a los sumerios y más tarde también aprender arameo, no es que no haya obras en  sumerio,  pero la mayoría son copias de épocas posteriores. 

 Sin embargo cabe pensar que  las gentes de El Obeid  y los sumerios llegaron a algún tipo de acuerdo o alianza tras una primera toma de contacto que no tuvo por qué ser necesariamente afortunada. Aun así, aquellos pudieron llegar a ser en definitiva el soporte humano original encargado de expandir las ideas sumerias, dado lo limitado de la presencia física de este pueblo, la escasez de efectivos,  explicaría de paso el vertiginoso despliegue de esta cultura que perduro mil ochocientos largos años .  Esto bien podría ser así  si consideramos la estrecha relación en los mitos,  de Enki , el dios fundador de Eridú, con Ninhursag, el equivalente en la cultura sumeria de la diosa madre ancestral (Ki), divinidad a la que muy probablemente adoraban en El Obeid, a muy pocos kilómetros de Eridú, una hipótesis que podría verse corroborada por la existencia  de un templo dedicado a  esta diosa hallado en los alrededores. Los semitas eran más de Inana/Isthar  quien acabaría con el tiempo ensombreciendo a la vieja diosa madre.

        Aguila leontocefala. Tell el Obeid

 A pesar de todo, la mayoría parece estar de acuerdo en que el vehículo humano para las ideas sumerias fueron  exclusivamente los  semitas, concretamente los futuros acadios, a pesar de las diferencias cosmogónicas entre la mitología de Eridú y la del resto de las ciudades sumerias, fuertemente semitizadas. De la misma forma que en Egipto coexistieron varias teologías, reflejo de las propias divisiones socio-culturales del país, es posible al menos distinguir cuatro versiones cosmogónicas  en función de la preponderancia política, económica o militar de una ciudad u otra dentro de la anfictionía sumeria: la tradición de Uruk, la de Shuruppak, la de Nippur y por supuesto la de Eridú.

Hacia el 3700/3500 BC el periodo de Uruk, ya netamente sumerio según los especialistas, reemplaza a El Obeid  y aunque la craneometria tiene actualmente muy mala prensa, sin embargo la forma del cráneo de los sumerios en las representaciones graficas no se corresponde con la tipología general de las cabezas halladas en los yacimientos arqueológicos. En las imágenes, las lampiñas caras sumerias parecen todas la misma, son  un estereotipo estético y formal, el mismo concepto estilístico que manejaron los egipcios y la mayoría de los pueblos de la antigüedad hasta el triunfo del naturalismo helenístico.
 Tal vez ya por entonces no quedaba de los presuntos sumerios de Eridú  apenas poco más que su lengua y su cultura, condensada en los enigmáticos ME, una caótica lista que incluye joyas dotadas de poderes sobrenaturales, virtudes, instrumentos musicales,  defectos, inventos, profesiones, técnicas, en total entre cincuenta y un centenar de cosas aparentemente  dispares que eran prerrogativa absoluta del dios Enki, con la autorización de Anu y el beneplácito de la asamblea del resto de los dioses.  Enlil, el dios de Nippur, el jefe de los dioses, podía quedarse con las tablillas de los destinos pero los poderosos ME eran de Enki , aunque lo cierto es que ninguno de los dioses era bueno guardando cosas… 





La historia comienza.  Desde los escritos de barro que un renombrado erudito algo estúpido confundió con huellas de pájaros, se levantan los dioses antediluvianos que por entonces gobernaron las mentes de las personas para decirnos, entre bastantes otras cosas que queda , aun por descubrir,  mucha más historia antes de la historia, que después.


                                                             "ME"