miércoles, noviembre 28, 2012

Anunakis




     (dios)   A  -   NUN   -   NA   -    KE4       -   NE



Multitud de documentos de arcilla hacen referencia a estos antiguos dioses, pero hay dos especialmente extensos, el Enuma-elish y el Atrahasis, composiciones reelaboradas por cuestiones políticas y religiosas a lo largo de los siglos mientras pasaban de mano de los sumerios a los acadios, babilonios, asirios y persas,  textos que hay que decir que no tenían el carácter doctrinal de otros libros sagrados como la Biblia o el Corán, se trataba solo de un tipo de épica mística donde los caballeros eran los dioses celestiales y los dragones y las damas, quimeras y mujeres humanas, o viceversa que de todo hay en una civilización milenaria como la sumeria o mejor dicho mesopotámica.
Hay que reconocer que Zechariah Sitchin, a pesar de la confusión  y las diatribas que se han generado a partir de sus libros, ha dado a conocer un mundo olvidado a mayor numero de personas que los auténticos especialistas, sin querer desmerecer con lo dicho el fantástico trabajo de eminencias como S.N.Kramer o J. Bottero, verdaderos divulgadores además de expertos académicos, a quienes debo bastantes horas de fascinante y para mi gusto, amena lectura.
Hay mucha envidia por ahí,  es verdad que Sitchin se ha forrado con sus libros, esgrimiendo mucha documentación y especulando a placer, abusando a veces de la confianza de la gente pero esto lo hacen a diario los bancos, los gobiernos y las religiones cuyo prestigio sin embargo prevalece misteriosamente.

El idioma sumerio se conoce parcialmente bastante bien y es mas fácil de traducir en las tablillas posteriores a dos mil años antes de la era actual, ya que es por entonces cuando aparece el uso de las partículas gramaticales como una evolución logica y necesaria, el sumerio escrito primigenio era mas o menos como el idioma de los indios de las películas del oeste que hablan con infinitivos; es decir sucinto y con mucho margen para la especulación. Visto así las interpretaciones de Sitchin en ocasiones no parecen más disparatadas que las de los lingüistas profesionales, si bien otras veces parece evidente que tal vez se deja llevar por la imaginación, como en el caso concreto de la palabra MU sumeria que se traduce al acadio como SHUMU y que se encuentra en el hebreo, que es un pariente del acadio, como SHEM, termino que designa igualmente al hijo de Noé, a la palabra “nombre” y tambien ”monumento”. Aunque en ocasiones el signo cuneiforme representa realmente una imagen de lo que se quiere expresar, Sitchin deja a un lado el acostumbrado valor fonético y reinterpreta su significado a partir de la forma del glifo cuneiforme, en verdasd extremadamente similar a lo que en el imaginario popular de hoy en día es un cohete o una nave espacial, alterando profundamente el sentido de algunos pasajes tanto sumerios como de la Biblia, asi tenemos según Sitchin a Gilgamesh,  en su conocida epopeya, diciendo algo asi como (no seais mal pensados, yo no creo que este señor tuviera problemas de ereccion):

“¡ Que pueda elevar mi cohete,
En el lugar donde se elevan los cohetes…..!”

, cuando los especialistas leen:

“¡Que pueda elevar mi nombre,
En el lugar donde se elevan los nombres….!”

cuyo sentido se hace mas evidente otorgando a la palabra “nombre” el sentido de “reputación”.  Sitchin se defiende alegando que a menudo SHEM hace referencia a un betilo o un obelisco, un monumento conmemorativo, que en definitiva es una representación en piedra de un cohete. Los especialistas no están dispuestos de ninguna de las maneras a aceptar esto, aunque no saben a ciencia cierta que significado tenían los obeliscos o los betilos para las personas de su época, algunos de estos especialistas especulan (si, también los especialistas especulan, sobre todo cuando la otra versión les parece demasiado bizarra o extravagante) con que un obelisco es una forma estilizada de pirámide, explicación que a mi modo de ver tampoco es especialmente clarificadora. Por otra parte la idea de los “carros celestiales” no es en absoluto extraña en los antiguos escritos como el Mahabharata, la Biblia o el Corán; como se puede comprobar a través de la visión de Ezequiel (Ezequiel 1) o el caso de Enoch (Genesis 5:24), de quien se dice explícitamente que no murió sino que fue arrebatado a los cielos al igual que Elías (Reyes II 2:11).




 

En realidad no he encontrado, en el puñado de  tablillas disponibles en Internet el termino “an-nun-na-ki” cuyo sentido según Sitchin es el sugestivo “los  que vinieron del cielo a la tierra”,  aunque hay decenas de miles de tablillas que por supuesto no he visto y en fin, como ya he mencionado, dado el carácter esquemático del sumerio pre-gramatical, donde la especulación es primordial, todo es posible.  En realidad la palabra que habitualmente designa a los dioses varía, a veces son los A-NUN-NA, a veces los A-NUN-NAK, otras los A-NUN-NA-KE4-NE,  otras incluso los A-NUN- KE4-NE  ahora bien su traducción en todos los casos es difícil y altamente especulativa, por lo general los expertos señalan al termino NUN que significa “príncipe, noble”  que junto con el resto de partículas gramaticales a grandes rasgos vendría a querer decir “los del linaje de los príncipes”,  traducción que resulta sumamente insatisfactoria y que podría inducir a error, confundiendo a los reyes humanos con los dioses, si no fuera porque afortunadamente los sumerios tenían la costumbre de diferenciar los nombres de los dioses anteponiendo un asterisco (AN = “cielo”, “estrella”, otros traducen el símbolo directamente como DINGIR, “dios”) que no se verbalizaba. 

En la entrada del mes de Abril, especulé (yo especulo, tu especulas….todos especulamos) con el significado del nombre de la ciudad de Eridú, cuyo signo es el mismo que para “principe”,  es decir NUN, así  *A-NUN-NA-KE4-NE  podría también querer decir “los del linaje de Eridú”, la primera ciudad fundada por los sumerios.

Desde que el difunto Zechariah Sitchin pusiera de moda a los anunakis, un montón de conspiranoicos han elaborado unas cuantas teorías  en torno a unos dioses arcanos relativamente mal conocidos y a los que han atribuido gratuitamente, dada la escasez de pruebas, mas por intuición que por lógica un origen reptiloide, no podemos olvidar que de no haber sido exterminados los dinosaurios en su momento, es muy probable que la especie dominante en este planeta no fuera la de los mamíferos, por otra parte dioses-serpiente hay en la mayoría de las mitologías conocidas y concretamente en la de los sumerios, que es de la que estamos hablando, existen sellos y representaciones de dioses con cuerpo de reptil, sin olvidar a las enigmáticas estatuillas de madres con niño y cabeza de ofidio, muy populares hace cinco mil años dada la cantidad de ellas que se han encontrado. Aun así, solo se puede hablar de indicios, sospechas, no hay pruebas en el sentido estricto del termino, de tal manera que esta por ver toda esa historia que va de los anunakis a los Rothschild pasando por los Templarios y en la que creo que ni el mismo Sitchin se atrevió a entrar.